191 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica
del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
INGOBERNABILIDAD (El mismo rollo, de vigencia permanente)
Estamos
ante la realización de unas nuevas
elecciones. Las segundas del Milenio
Tercero. Y así seguiremos por cien,
doscientos o mil años más. Mientras
el pueblo no tome en sus manos la responsabilidad del Gobierno y lo ejerza con
su gente, la situación continuará igual: un grupito de privilegiados dueños de
todo, y una inmensa masa de muertos de hambre.
Una sociedad dividida en dos bandos: una Argolla Todopoderosa y un
pueblo miserable explotado por aquella.
Nuevas elecciones, “nuevas” caras (que son los mismos de siempre) y nuevos
aires de bonanza con el T.L.C. y otras joyas con las que amenazan a
nuestros pueblos. Si lo aprobamos nos
lleva el diablo, y si no, nos imponen el bloqueo económico, según nos hace
sentir (amenaza velada) la Prensa local, sirvienta obsecuente de la Argolla y
las grandes transnacionales.
¿Cómo
es que hemos llegado a esta situación en donde Cuatro Gatos son los que deciden
el destino de todo un pueblo, basados únicamente en los mezquinos intereses de
los grupos a los cuales representan?
¿Cómo es que una minúscula camarilla de bandidos de la Banca, las
Cámaras y la Política, tienen la facultad de comprometer y empeñar el destino
de toda una nación? Gracias a la INDOLENCIA
POPULAR. El pueblo, con su pasividad
y falta de interés, les ha permitido a esas personas tomar decisiones que todos
tendremos que pagar, pero de las cuales solamente unos cuantos verán sus
beneficios. Parece un poco tarde para
cambiar el rumbo de cara a estas elecciones; la suerte ya está echada y
tendremos un nuevo gobierno que puede ser una de dos cosas. Si resulta ser el favorito de la Argolla, todo
“marchará sobre ruedas” para esta durante los próximos cuatro años, pero peor
cada día para el pueblo. Pero si
“eligen” a alguien que no sea del agrado de aquella, o que trate de no ser su
títere (como el gobernante actual), entonces le aplicarán la INGOBERNABILIDAD,
técnica que consiste en hacerle imposible la vida al Ejecutivo mediante las mil
artimañas que han desarrollado a través de toda la “vida institucional del
sistema democrático”. Como el
ejemplo de los centenares de mociones que el partido de un candidato a la
presidencia, interpuso ante el proyecto de Reforma Fiscal presentado a la
Asamblea desde el inicio de la presente administración. Eso es una burla sangrienta a la democracia
real, al gobierno de la República, pero peor aún, al ciudadano común, que paga
a esos sinvergüenzas que, abusando de esos cargos productos de las componendas
de la Argolla, detentan como falsos representantes del pueblo. Y no es que digamos que el proyecto fuera
bueno, malo o regular, sino que hicieron gala de malas artes para impedir que
se discutiera públicamente un asunto vital para la economía y finanzas del
Estado, vale decir, del pueblo, de TODO EL PUEBLO, y no solamente de ese
grupúsculo de la Argolla del Poder. Pero
la INDOLENCIA DEL PUEBLO es la causa por la cual estos individuos se
sienten seguros de poder actuar impunemente.
Saben que el ciudadano está dormido, que no le importa, que no siente
interés por lo que pasa en las esferas del gobierno, como si este solo fuera
asunto de los políticos, cafetaleros, industriales, exportadores y
comerciantes. Al pueblo le parece que
todo lo que tiene que ver con impuestos solo es problema de los grandes
empresarios y del gobierno.
La
INGOBERNABILIDAD consiste en una campaña planificada, dirigida y pagada
por la Oligarquía, y tiene como meta desacreditar al Presidente y hacerle
imposible su labor, si esta es contraria o incomoda los intereses de
aquella. La Prensa (en todas sus modalidades)
es el instrumento fundamental de la Argolla.
Primero empiezan con los chistes aparentemente inocuos que presentan al
Presidente ante el pueblo como un hombre sencillo, ingenuo y casi
“maje”. Luego el tono va in crescendo,
hasta que llegan al punto en donde lo hacen ver no solo como un hombre torpe y
testarudo, sino como un peligro para los intereses de “la nación”,
entendiéndose por estos, los de la Oligarquía.
Y poco a poco el pueblo empieza a tragarse en cuento de que en realidad
el presidente es un burro que no sabe qué hacer, que es dañino y que lo mejor
que puede hacer es irse para su casa.
Así que cuando este presenta cualquier idea o se opone a algún proyecto
ventajista de la Argolla, de inmediato empieza la sinfónica de descrédito a repicar
su monotonía en Sol Mayor: “Que el
Presidente no sabe”, “que sus asesores desconocen la realidad”, “que el pueblo
será quien pague su falta de visión”, “que es lesivo a los intereses del país”,
“que la cámara tal o cual ya propuso la solución correcta”, en fin, toda una
campaña de desinformación manipulada por los medios, pero con la carátula de “consciencia
social”. Esto hace que cualquier
candidato de la “oposición”, cualquiera que sea, tenga asegurado el triunfo
electoral.
La
Prensa realiza y publica, oficiosamente, centenares de encuestas pagadas por la
Oligarquía. Y en estas siempre sale
ganando el candidato que está mayormente comprometido con los intereses de
esta. El objetivo de esas encuestas no
es brindar información alguna que sirva de algo al ciudadano, sino el de
condicionar su mente. A los que van con
el candidato “perdedor”, para que ya se sientan derrotados y ni siquiera
asistan a votar. O bien, para que los
indecisos apoyen al candidato ganador, pues como el voto de ellos es un poco
más racional, piensan que es mejor que aquel obtenga no solo la
presidencia, sino una mayoría en la Asamblea, para que no tenga pretextos. ¡Brillante maniobra caza-bobos!
Al
Presidente que tiene la ocurrencia de proponer reformas fiscales que obliguen a
los ricos a pagar de acuerdo con sus ingresos, de inmediato le es aplicada la INGOBERNABILIDAD,
técnica muy sencilla, pero de efectividad aterradora. No en balde el Capitalismo Salvaje es una
fraternidad mundial cuya Meca se encuentra en Wall Street. Allí está el gran ejemplo, y de allí salen
todos los asesores mundiales encargados de mantener el Orden Económico
Universal, el cual incluye a todas las alimañas minúsculas de nuestros
pequeños países (Oligarquías Criollas). Todo está controlado y planificado
desde allí para casi todo el mundo. De
tal manera que, todos nuestros candidatos a gobernantes saben cuáles son sus
“obligaciones” si es que alcanzan el poder.
Así que tienen que cumplirlas a cabalidad; pero si por desgracia para
ellos les brota una chispa de patriotismo una vez que están en el
gobierno, saben a lo que tienen que enfrentarse: la INGOBERNABILIDAD decretada
por la Oligarquía de cada uno de nuestros países. ¿Cómo lo hacen? Pues con la siempre complaciente obsecuencia
de la “Oposición” mayoritaria. Además
con la compra de unos cinco o diez minoritarios a los cuales les llenas los
bolsillos de migajas; o les prometen que serán “presidenciables” en la
próxima campaña. Y son estos los que se
dedican a proponer centenares de mociones de boicot a cualquier proyecto del
Ejecutivo.
La
maquinaria es perfecta en su diseño y aplicación, y salvo que el pueblo se
entere bien y adquiera consciencia de cuál es su papel en esta gran farsa,
aquella seguirá funcionando al servicio exclusivo de ese grupo de explotadores
cubiertos con infinidad de máscaras que, como en los carnavales, utilizan cada
cuatro o cinco años para engatusar incautos.
Mientras el pueblo no tome en sus manos las riendas de su destino, estos
aprovechados seguirán sirviéndose en forma exclusiva de las riquezas y recursos
que deberían de ser repartidos equitativamente entre todos los habitantes del
país. Ciudadano, solamente usted puede
ponerle coto a la rapiña de estos gavilanes que quieren todo para ellos. Converse con sus vecinos, únase, HAGA
ALGO, hágase sentir de verdad, como una protesta permanente, como un runrún
que no deje en paz a estos pillos y que los haga temer a la furia del
pueblo. No sea INDOLENTE,
porque esa es el arma principal con la que ellos cuentan: su
indolencia. Usted es el Poder y no
ellos.
Haga circular esta “Chispa” y su mensaje; talvez no sea tarde
todavía. Piense en ella, para que al
menos tenga consciencia de lo que está pasando y lo que otros están haciendo
con sus derechos a aspirar a una vida mejor.
NO PERMITA QUE OTROS DECIDAN POR USTED, y mucho menos, que se queden
con la tajada que le corresponde del pastel. (¿Sucede
esto en sus países? Pregunta retórica)
Fraternalmente
Ricardo Izaguirre S.
E-mail:
rhizaguirre@gmail.com
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