219 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.
LOTERÍA: “HÁGASE RICO DE LA NOCHE AL DÍA”
Antes de iniciar, debo aclarar tres cosas: 1) Jugar lotería es un vicio peor que el de la coca, pues la codicia es la reina de las flaquezas. 2) No es cierto que se puede dejar cuando uno quiere. 3) Claro que estoy profundamente enchilado porque nunca la he “pegado”.
¿Quién no sucumbe ante la embrujadora promesa de “hacerse millonario” de un solo sopapo de la noche al día? Hasta las personas más austeras y sensatas contemplan, aunque solo sea en la mente, la posibilidad de darle un buen porrazo a la lotería y “salir de pobres”. Pero la realidad de este sueño es muy diferente del canto de sirenas con el cual es inducido el vicioso a comprar chances, lotería, tiempos y cuando juego se le ocurre a la Junta para sacarle la plata a la gente. Veamos algo de la estrategia de la lotería y de las posibilidades reales. Como se necesitan cinco números para ganar el premio mayor, las posibilidades son de UNA EN CIEN MIL, lo cual es descorazonador. Con esas probabilidades, podríamos jugar durante mil vidas de ochenta años, todos los domingos, sin que llegáramos a “hacernos millonarios de la noche al día”. Pero si ahorráramos esos 3.500 colones por semana (un billete), tendríamos 168 mil colones al año; y casi catorce millones en los ochenta años. Claro que podríamos hacer muchos cálculos alegres con el asunto de los intereses o las posibilidades de inversión. Pero dejemos de lado la cuestión de las probabilidades y veamos cuál es la realidad de lo que la lotería le ofrece a sus clientes bajo el mito de que es “para ayudar a los pobres”.
En el estado de Nevada (USA), cuna mundial de los juegos de azar, las empresas que hacen juegos, rifas o lo que sea, están obligados por ley, a repartir entre los jugadores el SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) de lo recaudado. Del 25% restante salen sus ganancias y las del tío Sam. En el país de la libre empresa, la Ley no desampara al ciudadano y fija los porcentajes de beneficio para los jugadores; no lo hacen los casinos ni las loterías. ¿Y cuánto se da en Costa Rica a los viciosos que hacemos el botín de la Junta? Hagamos el análisis del último Gordo navideño del 17 de diciembre pasado.
SALIDAS:
Un premio mayor de 500.000.000 500.000.000
Un segundo premio de 30.000.000 30.000.000
Un tercero de 18.000.000 18.000.000
10 premios de 3.000.000 30.000.000
20 premios de 1.000.000 20.000.000
70 premios de 500.000 35.000.000
40 premios de 400.000 16.000.000
Gran total (SEISCIENTOS CUARENTA Y NUEVE MILLONES) 649.000.000
ENTRADAS:
Venta de CIEN MIL BILLETES a 28.000,00 c/u Ganancia bruta 2 864 900 000
Ganancia bruta menos premios = ganancia neta 2 215. 900 000 DOS MIL DOSCIENTOS QUINCE MILLONES CON NOVECIENTOS MIL COLONES ES LA GANACIA NETA DE LA JUNTA DE “PROTECCIÓN”.
Lo que la Junta otorga en premios es menos del 23% de lo recaudado, lo cual constituye un abuso incalificable. Si en Nevada, paraíso de la libre empresa, las loterías TIENEN QUE REPARTIR EL 75% de lo que recogen entre los jugadores, ¿cómo es que en Costa Rica la Junta cuenta con esa impunidad que le permite dar en premios lo que le da la gana?
Pero recordemos que como la lotería fue de cinco billetes, eso significa que la ganancia total de la Junta se eleva a la astronómica suma de 11 079 500 000 (ONCE MIL SETENTA Y NUEVE MILLONES CON QUINIENTOS MIL COLONES). ¿Qué les parece? ¿Es justo ese monto de premios? Pegar cinco números es un auténtico milagro; pero ¿se imaginan lo que es invertir veintiocho mil colones para ganar un premio de cuatrocientos mil? Es para morirse de la rabia. Eso es una burla sangrienta que debería desaparecer de la lotería. ¿Cuándo en la vida puede uno volver a acertar CINCO NÚMEROS? ¡Nunca! Ni en un millón de años.
Esa lotería debe ser solo de TRES premios que de verdad le “salven la tanda” al jugador que pegue cualquiera de ellos. El primero de quinientos millones; el segundo de doscientos, y un tercero de cien. Ya con este último, uno se puede pegar una buena borrachera. Algo huele mal en la Junta, y hay que ventilarlo.
Enchiladamente
RIS
E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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