martes, 1 de enero de 2013

957 La lejion de los indesisos (En Ameriñol)



957    LA CHISPA                            (29 abril 2012)                
Lema: “En la indolensia sibica del siudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA LEJION DE LOS INDESISOS                (En Ameriñol)
            Nuestras bidas son la consecuensia de una larga colecsion de indesisiones que nos an yebado a la situasion en la que estamos.  Y todo por culpa de la forma negatiba como encaramos las situasiones que debemos enfrentar.  La indesision es no enfrentar las dificultades sino diferirlas “para despues”, para un tienpo mejor y más faborable.    Y asi se nos ban acumulando infinidad de problemas por sienpre planteados en la libreta de lo que “tenemos que aser”… algun dia.  Sienpre tenemos a la mano un arsenal de pretestos de lo mejor, serios, bien estructurados, de “peso”, con los cuales justificamos nuestra conducta indolente; nuestra flojera a la ora de desidir sobre cualquier asunto, ya sea inportante o no.  Y asi nos bamos enpantanando en un tipo de rutina que nos desagrada y termina por conbertirnos en personas fracasadas, inconformes y resentidas, a pesar de los logros materiales que podamos aber obtenido.  El temor a equibocarnos parese ser el motor de esta conducta irresoluta que sienpre nos ase sentir mal con nosotros mismos, aunque no lo analisemos con profundidad.  Aunque nunca lo aseptemos.
            Todos sabemos que lo que nos pase mañana es el resultado de nuestras desisiones de oy, entonses ¿por que no asemos las escojensias que son obias?  ¿Por que nos dejamos arrastrar por la corriente como si fueramos pedasos de corcho?  Y lo que es peor ¿por que dejamos que otras personas dirijan nuestras cosas a su antojo, con diferentes pretestos?  Si asemos uso de nuestra boluntad para escojer, es posible que fayemos y tengamos que afrontar nuestros fracasos, pero al menos seran nuestros.  Pero lo amargo es yegar a la conclusion de que nuestras bidas son rutinarias y anodinas porque nunca ejersimos el libre albedrio y nos acomodamos a la boluntad de aqueyos a los que les permitimos desidir por nosotros.  Y asi, cuando asemos el resumen de nuestra ecsistencia, nos enteramos con sorpresa y dolor, que nuestro biaje pudo y debio ser diferente si ubieramos  echo uso de esa sublime facultad que jamas practicamos: el libre albedrio.
            Poco a poco nos ba atrapando una maraña de bejucos que nos dejamos inponer, y cuando bemos, somos totalmente incapases de mobernos en ninguna direcsion mas que en la del peso aplastante de la carga que nos pusieron otros.  Esposa, marido, ijos, jefes, ipotecas, muebles, amistades y mil eslabones mas que forman las cadenas que nos ata a la monotonia sin esperansa, y que nos conbierte en “una piesa sosial predesible en su conducta”.  Da rabia pensar que antes que nosotros, TODOS saben como emos de conportarnos o reacsionar ante esto o aqueyo.  Cuando todos conosen el largo del mecate de nuestra libertad, de nuestro radio de acsion.  Cuando ya no ay tienpo para las desisiones ni la abentura; cuando la cobardia y el tedio yenaron todos los interstisios del alma y nos an conbertido en pusilanimes capases solo de lamentar y soyosar en silensio.  Miyones, biyones formamos esa lejion de jente triste que no tubo las agayas nesesarias para aser lo que berdaderamente querian: irse en un barco a recorrer el mundo, estudiar para payaso en lugar de medisina.  Ser bonbero, mecanico o bago; tacsista, puta o calabera.  ¿De que sirbe arrepentirse cuando ya no ay tienpo para inisiar nada?  Una mujer bieja a la que le inpusieron el decoro, la fidelidad y el auto sacrifisio de sus inpulsos, ya nada puede aser para ejerser sus inclinasiones berdaderas de cola floja.  Solo le queda refujiarse en los argumentos que justifican su fracaso: “la satisfacsion del deber cunplido”.   Y otras mil sandeses que an inbentado los ingenieros sosiales para que el sistema funsione de acuerdo con las espectatibas de “los demas”.
            ¿Que es, pues, lo que ase que confiemos el timon de nuestros asuntos en otras manos que no sean las nuestras?  ¿Donde y cuando enpiesa el problema?  ¿Somos el resultado de las frustrasiones de nuestros padres?  Es indudable que son estos los que mayores presiones ejersen en nuestros planes.  Pero eso NO nos justifica ni libera de la responsabilidad inescusable que tenemos para asernos cargo de nuestras bidas en algun momento de eyas.  No mas allá de los 21 años.  A lo sumo, 25.  Cuando todabia nos queda un monton de años para aser ajustes y correcsiones a las tortas en las que nos emos metido.  El asunto es que al yegar a los 50, ayamos encontrado NUESTRO CAMINO.  Bueno, mediocre o malo, pero NUESTRO.  ¿Por que emos de casarnos con el onbre o la mujer “conbeniente”?  ¿Por que esta o aqueya carrera? ¿Por que emos de adoptar la careta de la inpostura y, de esa manera, conbertirnos para sienpre en farsantes actuando en un rol que esta muy lejos de reflejar lo que en realidad somos?  ¿Por que NO tomamos la desision de ser autenticos y aser lo que nos da la gana?  Aqueyo que nos brota del alma, de nuestra onestidad de jobenes… incluso de biejos. 
            ¿Por que consultamos en la escojensia de conpañero-a?  Si esa loca me gusta, eya debe ser mi mujer, mientras dure la majia de lo fantasioso; si ese trabajo no me gusta ¿por que debo seguir ai?  ¿Por que debemos “sentar cabesa” cuando apenas tenemos 25 o 30 años?  Esa es la epoca de la locura bital, durante la cual solo debemos escuchar los susurros del corason; que piensen y rasonen los biejos.  Que desidan sobre sus miserias y que remedios deben tomar para la artritis, la prostata o el insomnio.  El primer paso a que esta obligado todo indibiduo es ser AUTENTICO.  Y a partir de esa base, construir su bida sin mas guia que la de sus emosiones, con alguna pisca sasonadora de sentido comun.  Se puede escuchar consejos, sin que eso signifique que la jente debe adaptarse a eyos.  Estos solo constituyen erramientas que pueden ser utilisadas o no segun cada caso y personalidad.  Ser dulse y amoroso no les ba a todos.  Ser arrogante, tanpoco.  Y en eso consiste la madures: saber que es aqueyo que ago por mi boluntad y no por adaptarme a un modelo sosial.  Tengo que identificarme conmigo mismo, nada mas.
Fraternalmente                                                                                (¿Qué piensan ustedes?)
                        Ricardo Isaguirre S.          E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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