miércoles, 26 de diciembre de 2012

84 La ciudad de los embudos



84     LA CHISPA                                  


Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

SAN JOSÉ: LA CIUDAD DE LOS EMBUDOS.

            San José es una ciudad colapsada.  ¿Ya lo había dicho?  Innumerables veces.  Pero no solo eso, es una ciudad moribunda que arrastra en su caída a todos sus moradores.  Contaminación espantosa que a nadie parece importarle un zapallo.  Ruido enloquecedor, suciedad detestable y gente agresiva dispuesta a matarse o matarnos por nada, o por ganarse un segundo para ir a detenerse debajo del próximo semáforo.
            San José está llena de dementes criminales que, al volante de cientos de miles de máquinas infernales, la convierten en una ciudad terriblemente peligrosa.  Hombres y mujeres de apariencia bondadosa, educados o no; jóvenes o viejos, basta que se pongan detrás de los mandos de un vehículo, para que sufran una transformación tan radical como la del doctor Jeckyll.  Estas personas, verdaderos energúmenos, no parecen sentir la mínima consideración por nadie ni por nada, pues parecen locoides poseídos de una furia homicida incontrolable.  Tal pareciera que su prisa es lo único importante en el mundo, y que todos los demás deberían desaparecer de la faz de la tierra cuando ellos tocan en forma impertinente las pitoretas de sus vehículos.  Pero, ¿es toda la culpa de los choferes, o buena parte de esa conducta es determinada por el trazado vial de la ciudad?  Manejar en San José es desesperante, angustioso, de locura.  No puede ser cómodo conducir un carro en una ciudad que solamente tiene una calle (avenida segunda) que merezca ese nombre; las demás, son callejuelas angostitas que fueron diseñadas cuando en la aldea madre únicamente había carretas y carretones que llegaban hasta el mercado central. 
            ¿Cómo es que los gobiernos y las municipalidades han permitido el crecimiento desaforado de una ciudad sin orden ni concierto, y sin ninguna planificación futurista?  Cada día se edifican nuevas urbanizaciones que se construyen a capricho de los urbanizadores, con callejuelas en las que no pueden pasar dos carros simultáneamente.  Estas “urbanizaciones” caprichosas, con sus calles orientadas hacia el sitio que les conviene o les da la gana a los dueños, constituyen verdaderos tapones viales que hacen imposible la circulación normal norte-sur, este-oeste.  Toda urbanización debería estar formada por cuadrantes de ochenta a cien metros de lado; con amplias calles de quince o veinte metros de ancho, y todas orientadas de acuerdo con el patrón fundamental de la ciudad.  Es decir, si la avenida central de San José va de este a oeste, y la calle central de norte a sur, TODAS las urbanizaciones deberían seguir el mismo esquema urbanístico para que, cuando la ciudad las englobe, puedan integrarse orgánicamente al diseño de esta sin producir tapones.  Pero lo que pasa ahora es caótico, cada conejera de esas constituye un bloqueo del tránsito hacia las afueras de la ciudad.  No puede ser que para conveniencia de los “urbanizadores”, en un lote con forma circular, se tracen una serie de callejuelas en círculo para poder acomodar una infinidad de lotecitos de ocho por diez o doce varas.  Y que además, se le haga una entrada y salida única; algo así como si fuera una especie de burgo medieval y no una parte de una ciudad moderna.  Todo el mundo construye este tipo de adefesios, a los cuales es imposible darles alguna forma técnica de incorporarse a la ciudad sin desentonar con la orientación normal de esta.  Los Hatillos son el ejemplo clásico de ese desorden urbanístico.  Pero no solo son esas pocilgas que, por razones económicas, se construyeron de esa ridícula manera, sino que, multitud de urbanizaciones con casas de alto costo, siguen el mismo absurdo estilo.  Y todo para beneficio exclusivo de los “urbanizadores”.  Un lote en forma de triángulo, rombo, círculo, anillo, elipse o lo que sea, es “urbanizado” de manera que salgan el mayor número posible de lotes.  Y cuanto menos espacio se dedique a las calles, mejor para el “urbanizador”.  De ahí que haya calles norte-suroeste, y otras que empiezan en el sur y terminan en el sur.  De manera que cuando la ciudad “llega” hasta esas urbanizaciones, pierde la continuidad armónica y se forma un embudo a veces sin salida, es decir, barriadas en las que hay que salir por donde se entró; verdaderos tapones.
            ¿No tienen visión de futuro nuestros ingenieros responsables del diseño urbanístico de la ciudad?  ¿Tienen que plegarse a la voluntad de las todopoderosas Mutuales de la Vivienda?  Se explica que estas hagan lo que hacen, pues no son más que mercaderes interesados únicamente en hacer dinero, pero ¿se justifica que el Estado permita que estos hagan lo que les dé la gana y ahoguen la ciudad con esos esperpentos que son verdaderas trampas viales?
            Pero ese caos no solo se da en barrios y urbanizaciones, sino que es en el ámbito total de la ciudad; el pequeño tapón o embudo de cada una de estas barriadas, ha traído como consecuencia de su efecto sumado, que San José se haya convertido en “la ciudad de los embudos”, como dice el título de esta “Chispa”.  Analicemos la situación cuidadosamente: si usted se encuentra en el sur de la ciudad (avenida diez, doce, veinte o la que sea) y quiere ir a Cartago, puede seguir hacia el este por cualquiera de esas avenidas, pero a medida que avance, verá cómo se le van cerrando las posibilidades de seguir en línea recta hacia el este.  Finalmente, verá que es empujado, por la fuerza del diseño de la ciudad, hacia el norte, es decir, hacia la avenida segunda.  Y vaya por donde vaya, tendrá que caer, “a güevo”, en la avenida que va a la Universidad y a San Pedro.  No hay escape, salvo el laberinto de la rotonda de las Garantías para que, con suerte, pueda escaparse por Zapote, en el tráfico endiablado que pasa por el Registro Nacional.  Lo mismo le pasa si está al norte de la ciudad.  Ese es el embudo del Este.
            Si usted quiere ir hacia el norte de San José (Tibás, Santo Domingo, Heredia, etc.), tiene que enfrentarse contra el “Embudo del Norte”, el cual está formado por la callejuela que va a Tibás, y que es verdaderamente infernal. Y aunque esta es complementada por la carretera que va a Limón, salir de ella por la calle de la Florida, es una verdadera pesadilla.  También queda la alternativa de irse por la Uruca; pero para eso, tiene que tener la paciencia de Job, para lidiar con el tráfago alucinante y aterrador de esos pocos kilómetros, en donde se puede ver la mayor colección de todos los disparates viales que pudiera imaginarse un demente.
            Luego está “el Embudo del Sur”, el cual, no importa para donde vaya usted, o en qué parte de San José se encuentre, este lo obliga, “a güevo”, a pasar por Plaza González, el Centro Comercial del Sur y la rotonda del puente.  Un poco más hacia el oeste hicieron un escape por el Parque de la Paz, pero este también cae a la calle de Desamparados o al otro embudo de San Sebastián.
            Y finalmente, está “el Embudo del Oeste”, el cual es aterrador.  Allí está el tapón de la Sabana, la cual debería haber sido partida para conectar el paseo Colón con la avenida de Pavas. Eso obviaría el descomunal problema de salir hacia el oeste por la callejuela (Av. 1ª) al norte de ese paseo.  Y hacia el sur de este, queda el otro tapón de la calle vieja de la Sabana y la nueva que va a Escazú, otras dos pesadillas de opio.
            En síntesis, San José es una ciudad estrangulada por un “diseño” urbanístico caótico y sin la más elemental visión de futuro.  Un verdadero disparate surgido de las ocurrencias y la improvisación  de gobiernos y municipalidades, que no parecen tener la menor idea de lo que es la planificación urbana.
            Si le gustó esta “Chispa”, hágala circular, y piense qué podemos hacer para impedir lo que parece ser el trágico e ineluctable destino de la “Ciudad de los Embudos”.
                       
Urbanísticamente
           
                                                      Ricardo Izaguirre S.     Correo: rhizaguirre@gmail.com
Blog:    “La Chispa”            http://lachispa2010.blogspot.com

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