1046 “LA CHISPA”
Lema:
“En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿HOY,
QUÉ LE QUITAMOS A QUIÉN Y DÓNDE?
Ese parece ser el lema cotidiano del gobierno de los Estados Unidos (el Poder). Y por añadidura, el de casi todos los sub núcleos
de Poder ubicados en Europa. A este gran
consorcio de poder dirigido por una minoría que todo el mundo conoce y sabe
quiénes son sus miembros, nada parece
importarle más que exprimir a todas las
naciones. Donde quiera que haya algo valioso,
ellos llegan y compran a los gobiernos corruptos y se llevan cuanta cosa haya
de valor en esos países. Esa es su
diaria pesquisa: dónde hay materia prima casi gratis (condición que ellos
obligan bajo las más brutales y desvergonzadas formas de chantaje), mano de
obra barata, y legislaciones que hagan posible todo tipo de agresiones en
contra del ambiente. A ellos les importa
un tacaco la justicia, lo legal, lo moral o la preservación del planeta. Tampoco la explotación de mano de obra
infantil. Son grupos de un Poder desalmado y sin Dios, al que lo único
que le interesa es hacer DINERO sin
reparar en nada; incluso la aniquilación total de pueblos enteros. Si el petróleo y las materias primas siguen
fluyendo hacia los centros de Poder, ¡qué importa que mueran millones de
personas en el proceso! No se trata de
ideologías, democracia, libertad o religiones.
Estas solo son el pretexto justificativo para su incontrolable rapiña.
A esta gente solo le interesa hacer billones, sin
importar el costo en vidas y dolor de aquellos pueblos que tienen la maldición
de tener petróleo en su subsuelo. Arabia
Saudita, el gran socio de Occidente (USA) es una tiranía de lo peor, en donde
se explota al ser humano de la manera más vil; en donde se humilla a las
mujeres de un modo inimaginable. Sin
embargo, a nadie le importa nada mientras el petróleo regalado siga llegando a
Europa y USA. Lo que se critica del
mundo musulmán díscolo, como Irán, resulta cotidiano y sin ninguna importancia
en Arabia Saudita. Doble o triple
moral. Bajo la égida de la lucha
antiterrorista, se han coludido los Estados Unidos y los europeos para
justificar sus tropelías por todo el mundo árabe. Todos son “antiterroristas”. Todos están comprometidos con la Yihad cristiana que llevará “libertad
de opinión” y de palabra al sombrío mundo musulmán. Todos quieren llevar igualdad y respeto al
Medio Oriente; pero nadie les dice nada a Arabia Saudita y a sus bárbaros emires,
pues estos son serviles amigote de USA y Europa.
Estos grupos de Poder, que tienen la capacidad para
borrar de la faz de la tierra a la humanidad entera, tienen el cinismo de
enarbolar el estandarte de la libertad, justicia e igualdad, para justificar
cualquier atropello que se les antoje a sus intereses económicos. Reclaman ser cristianos, creyente en Dios, y
practicantes de la democracia, justicia, igualdad y respeto a la opinión
pública, cuando es lo primero que han eliminado en sus propios países.
En esa tétrica lista de terroristas se encuentran todas
las naciones, incluyendo a los países que suelen ser sedes de este poder apátrida; los propios pueblos de
USA, Francia, Alemania y un interminable etcétera, son víctimas de este ciego
Poder carente de moral o de la mínima sensibilidad humana, que les ha impuesto
la Ley del Silencio a los ciudadanos
de esos países. En USA está el Acta Patriótica, mediante la cual
pueden eliminar a quien sea sin dar la menor explicación a nadie. En Alemania y Francia (y Europa en general)
se han creado leyes que están a servicio exclusivo de esos grupos de Poder, que
se autocalifican de minorías perseguidas y víctimas de la discriminación. Leyes tapaboca que impiden que alguien pueda
hacer la menor crítica a esos núcleos. Sin embargo, si hay que sacrificar a millones
de personas por un objetivo económico o estratégico, estos grupos lo hacen sin la
menor consideración ética (Irak, Libia, Egipto, Siria, Jordania, Venezuela,
Cuba, Grecia o quien sea). Nada está por
encima del DINERO. Y ya en la plenitud de este estado de
corrupción y atropello, incluso se ha prescindido del decoro para justificar
las agresiones. Sentada la doctrina Bush
del terrorismo, solo se necesita que el Poder señale como terrorista, sin prueba alguna, a cualquier
individuo o país para que se legitime su aniquilación física. Rápida o lentamente (Irak y Cuba).
No obstante, la madeja se les suele enredar de vez en
cuando, como en la situación actual de Siria y el protegido de USA e Israel:
Jordania. En Siria, a pesar del odio de
Israel y USA, las fuerzas militares de estos países (por mano ajena), han
tenido que defender al dictador Bashar al-Assad, pues ante el mal peor que
parece ser el “Estado Islámico”, han
tenido que decantarse por defender y mantener en el trono a este tirano. Pero, ¿hacen todo esto por cuestiones
democrática o de justicia? ¡Jamás! Son puros intereses económicos y estratégicos;
en síntesis, por el petróleo cheap. Cientos de miles de muertos, millones de
desplazados que a nadie importan. Dolor
y angustia que bien podría evitarse si solo hubiera un poco de justicia en el
comercio de “la cosa negra”. Pero ese
tipo de “comercio” no le agrada al Poder.
Este quiere las máximas ganancias, y estas solo se pueden dar cuando se
trata con gobiernos corruptos, o bien, cuando se toma militarmente a un país
petrolero y se le imponen los tratados de “tigre suelto contra burro
amarrado”. Como a Irak. O como el que quieren imponer a Venezuela; y
si Persia (Irán) se dejara, al Poder le importaría un bledo la clase de tiranía
que martirizara a ese pueblo (caso de Arabia Saudita). Si el petróleo saliera barato, ¡que se jodan
los iraníes del populacho! Como los
sauditas. ¿Who cares?
Jordania es hoy la clave.
Ya Siria fue desmantelada y no constituye peligro alguno para Israel,
pero el peligro del Estado Musulmán
flota en el ambiente, oculto en el resentimiento de un pueblo (el árabe) que
solo ha recibido patadas en el trasero, de un grupo (USA y Europa) que
solamente les ha mostrado el látigo, la mentira, el menosprecio y la impiedad
en sus relaciones milenarias; pero especialmente, desde que el PETRÓLEO adquirió la relevancia que
tiene en nuestros días. Las buenas
relaciones entre el mundo árabe y occidente NO dependen de la religión más o
menos fanática de los dos bandos. La prueba de eso es Arabia Saudita. La clave es el respeto y la justicia, y mientras
los occidentales consideren a los árabes tan solo como estúpidos fanáticos, no
habrá paz. Mientras continúe la
imposición unilateral de tratados
comerciales injustos (tipo Irak o México) no habrá paz. No es una cuestión religiosa, pues ese solo
es el pretexto para justificar las agresiones.
La prensa occidental (que obedece a los intereses del Poder) ha logrado,
mediante una sistemática campaña de desinformación, que el occidental (el
pueblo) solo perciba al mundo musulmán bajo la siniestra caricatura del
terrorismo. La ecuación TERRORISMO
= ISLAM, está sembrada en la mente de los pueblos de occidente, y con eso,
se justifica cualquier acción de exterminio que se emprenda en contra de esos
pueblos, sin importar que mueran millones de mujeres y niños inocentes ante los
criminales bombardeos que realiza “el mundo libre” sobre los pueblos civiles
del mundo árabe. Así está el decorado
del Medio Oriente.
Es por eso que se hace necesario que sepamos hacer la
lectura de lo que está pasando en esas tierras y que entendamos bien que la
prensa occidental es cualquier cosa menos imparcial. Que no es objetiva y que tiene un
indiscutible amo: el Poder. La prensa
occidental es el corifeo que dirige la comparsa que defiende los intereses de
los grupos de Poder. Aquí solo existe
una vulgar realidad que para verla, no se necesita tener más de dos adarmes de
sesos: DINERO. Las cosas se complicarán en demasía, pues la
codicia por el petróleo no parece tener límite alguno. Esa es la única meta de Occidente en el Medio
Oriente: PETRÓLEO BARATO. Todo lo demás es pura mascarada.
Esperanzadamente
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