sábado, 21 de febrero de 2015

936 ¿Quiénes son los terroristas?



936     LA CHISPA       
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿QUIÉNES SON LOS TERRORISTAS?
            Se ha dicho mil veces: el terrorismo NO ES CAUSA SINO RESPUESTA.  No es un fenómeno espontáneo que surge por diversión o en forma aleatoria.  No hay individuo, grupo o nación que diga de la noche a la mañana: “Vamos a convertirnos en terroristas por puro vacilón”.  No los hay.  Y aunque hay sicópatas que cometen actos de esa naturaleza de manera ocasional, esa NO ES LA REGLA.   El terrorismo es el resultado de cuando al individuo, grupo o nación, se le han cerrado todos los caminos de la JUSTICIA, y cuando han sido víctimas de todos los abusos de parte de los poderosos.  Es la última opción que les queda; pero es la CONSECUENCIA DE… y NO la causa.   El origen de esta insania está asociado al Poder y los abusos a los que este conduce.  Estados Unidos se convirtió (dirigidos económicamente por los judíos) en una gran potencia a partir de la Segunda Guerra Mundial.  Y ese liderato los llevó, como es natural, a los abusos que son consustanciales con la Fuerza.  Y detrás de todo este proceso, como todos sabemos, existe el MOTOR PRINCIPAL que mueve casi todas las acciones humanas en todas las sociedades: LA CODICIA.  Estados Unidos, guiados por las prácticas judías de expoliación, se hizo una nación ANGURRIENTA en la que el dólar es el único Dios.  Y hacer plata es su mandamiento principal.  Eso nadie lo discute, y es motivo de orgullo de esa gente.
            Pero para que este mecanismo de explotación de los demás se justifique, hay que inventar varias cosas; entre ellas, “el enemigo externo”, táctica aplicada por los judíos desde hace miles de años.   Una ideología para darle fachada legal al chantaje económico: DEMOCRACIA Y LIBRE EMPRESA.  Y como complemento para darle respaldo a la estructura “CAPITALISTA”, la creación de un enorme aparato militar capaz de sembrar el terror por todo el mundo.  Incluida la población de los mismos Estados Unidos, que ha sido y es víctima de ese terrorismo doméstico al que la organización del Poder los ha llevado.  Los judíos y sus socios norteamericanos capitalistas son los que mandan en ese país y el mundo, y no tienen el menor interés en la democracia, libertad, justicia, paz u otras zarandajas que invocan cada vez que quieren quitarle algo a alguien, o apoderarse de algún territorio.  Este pánico doméstico en USA empezó al final de la gran guerra, cuando la URSS emergió como potencia militar y socialista.  Sin embargo, los ideales del comunismo le valen madre al capital; tampoco le importa un rábano que maten gente, que la torturen, la manden al Gulag o que eliminen poblaciones enteras.  Esos son detalles sin importancia; el meollo de la cuestión reside en las limitaciones teóricas que el comunismo imponía a la idea matriz del capitalismo.  La “ideología” fue el pretexto que se utilizó para encubrir la razón verdadera del malestar que generaba el comunismo en “occidente”.  Se persiguió la ideología para disimular el fondo, y el comunismo se convirtió en la excusa del terrorismo que iniciaron los Estados Unidos por todo el mundo. 
            Más de medio siglo de guerra fría, terrorismo implacable, implantación de regímenes criminales por todo el mundo, especialmente en la América Latina.  Masacres de pueblos enteros, “explicadas y justificadas” por la ideología.   La Escuela de la Américas fue el cubil donde se gestaron las mentes criminales más perversas que produjo la “cold war”.  De ese sistema de terror brotaron las Juntas militares de Brasil, Argentina, El Salvador y otras; desde ahí surgió el apoyo a monstruos como Duvalier, Somoza, Pinochet, Pérez Jiménez, Carías, Castillo Armas y los presidentes “demócratas” de México, Cuba, Panamá, Bolivia, Paraguay, Perú, Colombia, Dominicana y tantas otros por todo el planeta capitalista que formaba el “mundo libre”.  Terrorismo del más brutal que produjo la respuesta “comunista” de infinidad de obreros y campesinos que fueron masacrados por toda Latinlandia.  Pero esa respuesta NO FUE LA CAUSA sino la consecuencia de un régimen de pavor implantado y apoyado por los norteamericanos en todas partes.   Lo mismo pasa con Al Qaeda, una organización que TUVO  que surgir a raíz de los abusos, exterminio y explotación a la que ha sido sometido el mundo árabe por parte de USA y Europa.  Axioma: todos los que no se doblegan al capitalismo son subversivos.   Pero todos los reyezuelos y jeques que entregan el petróleo al Capital (Arabia, Kuwait), son demócratas y “aceptables”, sin importar que sean unos tiranos y asesinen a millares de sus compatriotas.  Y eso ha dado origen a las contradicciones que vemos en las revueltas de esa zona: los mismos alboroteros son “buenos o malos”, según protesten en contra de los regímenes serviles u opuestos al capitalismo explotador.  Los que protestan en Yemen o Egipto son malos, los que lo hacen en Siria o Libia son buenos y deben ser apoyados por “occidente”. 
            ¿Quiénes son, entonces, los verdaderos terroristas?  No hay lugar de la tierra en donde los Estados Unidos no se encuentren acosando, coaccionando, corrompiendo, engañando, amenazando, bombardeando e invadiendo a aquellos que se niegan a entregar sus recursos naturales a las explotadoras transnacionales de esa potencia. Si lo hacen, son “demócratas”; si se niegan, son de Al Qaeda. La etiqueta necesaria que justifica su eliminación.  La religión o ideología que tengan les importa un cuerno.  La dinastía saudí es tan fanática como el Ayatola K.
El “daño colateral” más notorio de este método democrático ha sido la CORRUPCIÓN de todos los gobiernos del mundo, especialmente los latinos.  Todos nuestros presidentes ceden porque saben que, si no lo hacen ellos, lo hará el que sigue; los tumbarán y se quedarán sin nada.  Así que es mejor entregar la riqueza nacional, aprobar los TLC’s y salir forrados de billetes.   Entonces, ¿quiénes son los culpables de la corrupción que, eventualmente puede conducir al terrorismo?  Sin embargo, aquí no existen guerrillas porque nuestros pueblos y ciudadanos somos dóciles, domesticados.  Nos hacen lo que les da la gana, y seguimos tan campantes como el whisky ese.  El de Juanito.  ¿Creen ustedes que las ideologías son causa del terrorismo?    ¿O es la chochoska?
            Fraternalmente
                                   RIS              E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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