domingo, 21 de diciembre de 2014

1045 Lotería Nacional: negocio bajo sospecha


1045   LA CHISPA          
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LOTERÍA NACIONAL: NEGOCIO BAJO SOSPECHA
            Lo primero que debemos rechazar en el análisis de este problema es el asunto “patriotero”, sentimentaloide, cursi y conducente a la sumisión a los “altos ideales” de la sacrosanta Lotería Nacional, la benemérita institución nacida para “hacer el bien”.  No nos dejemos llevar por los cuentos, y veamos el asunto como lo que es: UN NEGOCIO REDONDO mediante el cual esta empresa succiona a los bolsillos de los ciudadanos, CIENTOS DE MILES DE MILLONES cada año.  Mediante cinco, seis o más juegos alucinantes y sin control alguno, esta EMPRESA se chupa millones de colones de los ilusos viciosos que creemos en el lema de “Hágase millonario de la noche al día”.  ¿Que nadie nos obliga a jugar?  Es cierto que nadie lo hace a punta de pistola, pero existen mil maneras sutiles y no menos eficaces que nos inclinan a los vicios de cualquier naturaleza.  Y la simple posibilidad de salir de enredos financieros mediante un golpe de suerte de la lotería, es una idea que nos vuelve locos a todos.  Somos prisioneros de nuestra propia angurria, y la Lotería se aprovecha de esa debilidad humana.   Recuerden que nadie “obliga” a los borrachitos a ingerir licor.  No en forma directa ni forzada; pero  existen mecanismos sicológicos y sociales muy eficientes para eso. Subliminales, les dicen.  Y nadie aparece como responsable de tal maniobra, pues tal tipo de compulsión ha alcanzado niveles de eficiencia tal, que sus promotores se tornan invisibles e indetectables.  También le llaman Mercadotecnia.  La misma que nos inclina a comer todo tipo de comida chatarra.
            El vicioso de la Lotería es una especie de enfermo que llega a gastarse grandes sumas de su salario, que le causan enormes daños a la economía familiar; eso sin contar que las amas de casa también desvían parte de esos ya mermados recursos para jugarse sus pedacitos.  De esta manera, el daño que la Lotería les causa a las familias es MUCHO MAYOR que los beneficios que algún sector de la sociedad pudiera recibir por las limosnas que esta empresa dice que entrega a diversas instituciones.
            Por favor, no se deje atrapar por el lirismo y la verborrea de los funcionarios de esa empresa y analice los datos; más aún: exija un informe certificado por la Contraloría General de la República acerca de cómo y en qué cantidad se distribuyen las desproporcionadas ganancias de esta EMPRESA.  Y decimos desproporcionadas porque así es la relación entre los ingresos y la cantidad de dinero que se distribuye en premios.
De “LA CHISPA”  # 331:   En el estado de Nevada (USA), cuna mundial de los juegos de azar, las empresas que hacen juegos, rifas o lo que sea, están obligados por ley, a repartir entre los jugadores el SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) de lo recaudado.  Del 25% restante salen sus ganancias de los organizadores y las del tío Sam.  En el país de la libre empresa, la Ley no desampara al ciudadano y fija los porcentajes de beneficio para los jugadores; no lo hacen los casinos ni las loterías”. 
¿Y cuánto se da en Costa Rica a los viciosos que hacemos el botín de la Junta?  Veamos el sorteo del 30 de noviembre del 2014.
            Se sacaron a la venta 928 series y la Benemérita se reserva 72 de ellas.  ¿Por qué?  ¿Para qué?  Eso es algo que amerita una explicación a los clientes de ese NEGOCIO.  ¿Por qué esas 72 series de reserva?  Además, hay otra anomalía que se debe explicar a los consumidores: la excepción de esas 18 series que no son dobles (178-179-231-232-233-234-235-236-237-238-295-596-597-598-599-607-609 y 689).  ¿Por qué?
            Veamos el asunto de los premios, cuyo número (95) no parece tener ningún objetivo más que el de DAR LA IMPRESIÓN de que en esa multitud de premios se reparte una gran cantidad de dinero, cuando en realidad eso no constituye más que una burla descarada a los jugadores de lotería.  ¿Se imaginan ustedes lo terriblemente difícil que es “pegar” la serie y número de un entero para ganarse miserables 400 mil colones?  Es para morirse de la rabia.  Se dan 60 premios de 400 mil, 20 de 500 mil y 12 de un millón, los que suman la cifra de 46 millones de colones, los cuales, todos juntos, no alcanzan ni para comprarse una casa de regular calidad; talvez un tugurio.  Como se ha dicho otras veces, un premio de esos no da ni siquiera para una buena borrachera.  Tal cosa, dada la dificultad de acertar los cinco números, es UNA BURLA SANGRIENTA al jugador.
            Luego vienen los tres premios mayores: Uno de 140 millones, otro de 26 millones y el tercero de 11 millones, para un total parcial de 177 millones que, sumados a la “mostacilla”, nos dan un gran total de 223 millones.  Pero resulta que se vendieron 928 series de cien números, lo que hace 92.800 billetes de 8 mil colones, lo que se transforma en 742.400.000 en una sola emisión; pero como son dos, el monto sube a 1.484.800.000.  Y como el total de premios es de apenas 446 millones (si es que alguien los pega), la Benemérita Junta se queda con la tajada del león, que asciende a MÁS DE MIL MILLONES DE COLONES.  Además, el premio podría quedar entre esas series de “reserva”.   Negocio redondo.
            Mientras la Junta guarde una especie de secreto acerca del destino y montos de las regalías que hace, el ciudadano TIENE EL DERECHO de exigir una explicación detallada de las finanzas de esa EMPRESA; y no de la contraloría particular de la Junta sino de la Contraloría General de la República.
            Y en todo caso, el ciudadano debe recordar que todas esas partidas (contribuciones) que da la Junta, SON OBLIGACIONES DEL ESTADO.  La Junta NO tiene por qué financiar hospicios, refugios ni hospitales; para eso está la Caja del Seguro (el Estado).  Para eso están los impuestos directos e indirectos que pagamos los ciudadanos.  Y si ha de existir la Lotería como un NEGOCIO, no debe actuar como moro sin señor sino como una empresa comercial regida por la ley general y no por ocurrencias y privilegios auto conferidos por la propia Junta Directiva de un ente que parece hacer lo que le da la gana. 
            También debe mejorarse el sistema de premios: deben ser solo tres.  Con el valor actual del billete (8 mil colones) en dos emisiones, el premio mayor debe ser de 500 MILLONES, EL SEGUNDO DE 300, Y EL TERCERO DE 200 MILLONES.   Y los cuatrocientos y pico restantes, debe ser la ganancia de la Junta; y aún así, sería demasiado.         Sin embargo, sería más justo que la proporción actual.   Tales premios sí nos harían millonarios en una forma realmente efectiva, pues doscientos millones (del tercero) sí nos sacarían de apuros “para siempre”.
            Yo, como ciudadano vicioso y contribuyente de la Lotería, exijo esa reforma.  ¿Cuántos más están de acuerdo conmigo?  Vean que 500, 300 ó 200 millones de pesos sí nos sacan del ingrato gremio de los pelagatos y, si hacemos buen uso de ellos, tenemos resuelta la mayor parte de los problemas de cualquier ciudadano.  No son la panacea, pero eso sí, la puerta de entrada a un mundo de abundancia material.  Lo demás… depende de nuestro buen juicio.
            Fraternalmente.
                                               RIS

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