1023 “LA CHISPA”
Lema:
“En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.
LOS
CANDIDATOS Y SUS “PROGRAMAS”
Los programas-cliché de los candidatos a la presidencia
son casi idénticos, por lo tanto, casi da lo mismo votar por uno o por
otro. Todos son tibios como diría san
Pablo, nada que se salga de los límites fijados por la camarocracia a todos los que aspiran a gobernar dentro del sistema
“democrático” que nos rige. Y es por eso
que todos se declaran demócratas y cristianos, con lo cual firman el pacto de
sumisión ante la oligarquía y la Iglesia.
Y casi todos le tienen terror a la palabra comunista. Es por eso que entre ellos no hay comunistas
ni radicales, ni populistas ni reformadores que incomoden al sistema; todo es
dentro del sistema. El abanico ideológico de esta gente se extiende
desde el centro hacia la derecha, lo suficiente como para no irritar al
“establishment”. Es por eso que la
palabra comunista o cualquier pariente de esta, es vista como una herejía
política que, de inmediato, desautoriza a cualquiera que se atreva a situarse
en ese terreno. Ese mote aterroriza a
los candidatos, y cada uno de ellos trata de ubicarse lo más lejos posible de
la zona colorada, aunque esto ya nada signifique políticamente. El
comunismo ya solo es un instrumento histórico de descalificación. Inocuo en esencia, pero muy útil para restar
credibilidad a cualquier candidato molesto,
dada la pobre opinión que tienen de los comunistas las masas votantes; o ante
los horrores que puedan estos realizar coludidos con los “grandes poderes mundiales”
de la izquierda. Como Venezuela. Todavía sigue siendo un fantasma de gran
utilidad política.
También esta gente se cuida de aproximarse mucho a la
derecha, dado que esta no suele ser muy popular entre la gente pobre, la
inmensa mayoría de la población. Así que
todos los CANDIDATOS están situados
desde los tres cuartos de la izquierda hasta tres cuartos de la derecha del
abanico. Y desde ahí, con sumo cuidado, han
elaborado sus “programas” de gobierno que son absolutamente respetuosos del SISTEMA. De un sistema cuestionado que deja mucho que
desear. Veamos lo que TODOS nos ofrecen:
Todos ofrecen cerrar la brecha social, crear millares de
puestos de trabajo, mejorar la seguridad ciudadana, aumentar los salarios, dar
empleo a más jóvenes; sanear el Seguro
Social, repartir la riqueza más justamente, crear programas de vivienda, eliminar
la burocracia, optimizar la educación y ofrecer miles de becas a los jóvenes,
facilitar los préstamos bancarios, darle prioridad al sector agrícola; atender
la micro y mediana empresa, profesionalizar a la policía, eliminar las “trabas”,
ajustar las pensiones; fijar los precios de la canasta básica, dar más
oportunidades, rescatar los valores nacionales, estimular las inversiones
extranjeras, traer dos o tres millones de turistas, agilizar la banca etc. etc. El mismo chascarrillo, el mismo telele. Con diferente musiquita y algunas variantes,
pero lo mismo. La misma charlatanería de
todas las campañas, el mismo y manido cliché.
La misma fórmula populachera sin ningún objetivo claro ni realista. Una propaganda organizada por publicistas
romos y sin imaginación, pues confían plenamente en la estolidez del votante;
solo se trata de prometer y prometer a destajo, sin la menor consideración
acerca del realismo de las simplezas que prometen a diestro y siniestro. Algo así como la campaña de “Open
English.com”, pero carente del ingenio de estos anuncios. Y solo nos falta que nos rematen sus
tonterías diciéndonos que: “Se aplican
restricciones”.
Todos ellos saben que lo que dicen y ofrecen son MENTIRAS, y aún así, las siguen
repitiendo sin cesar, sin el menor sonrojo; ellos confían en la mentalidad
partidista que prima en el pueblo. En
los miedos que han sembrado en este, y en la tolerancia que tratan de
conquistar de parte de la oligarquía, la jueza suprema de todo el proceso
político, digan lo que digan en contrario.
¿Cómo y de dónde van a crear medio millón de puestos de
trabajo? ¿Cómo van a hacer que la
burocracia se convierta en eficiente?
¿Por arte de magia? ¿Cómo agilizar
a semejante iguanodonte? Se cuidan muy
bien de explicar cómo van a hacer más eficaz al Seguro Social, a pesar de que
todos sabemos la fórmula. Pero decirlo, significa ponerse en contra de fuerzas
terroríficas que son intocables. ¿Cómo
van a cerrar la brecha social? ¿Por
ensalmo? ¿De dónde saldrá el dinero para
un plan de vivienda general de buena calidad?
“El pueblo no tiene memoria”,
parece ser la máxima en la que se apoyan estas repetitivas y aburridoras
campañas que no son más que una danza sobre el papel de arroz; un esfuerzo casi
ridículo de un grupo de individuos que trata, desesperadamente, de quedar bien
con dos amos: la Oligarquía y el Pueblo. Y eso NO
puede ser. NO SE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES. Y ellos lo saben muy bien… también el pueblo.
¿Por qué no señalan el origen y raíz de todos los males
de este país? ¿Y por qué no dicen de qué
manera van a implementar una metodología draconiana para poner término a la
corrupción que impera en todos los estratos de nuestra sociedad? ¿Por qué no hablan de un sistema impositivo
(tributación) que sea el producto de un estudio técnico científico? Algo
así como el de USA, Suiza o Alemania.
Pero que este no sea producto de de
conciliábulos entre partidos políticos y sus amos de la “camarocracia”. De esos remedos de reformas hemos visto
miles. Con solo hacer que cada uno pague
en proporción a sus ingresos, bastaría para hacer rebalsar las arcas de erario. Es ahí donde reside la peor corrupción de
este país; la evasión fiscal en todos los niveles, alcanza cifras del orden de
los cientos de miles de millones. Pero
¿cómo piensan hacer eso? ¿Apelando al
patriotismo y buena voluntad de esos violadores? Eso es lo que queremos oír de los candidatos:
su compromiso irrevocable para crear y
hacer cumplir una justa ley fiscal.
Eso sería suficiente para resolver el ciento por ciento de los problemas
monetarios de este país. Pero ¿quién de
los candidatos se atrevería a decir semejante herejía política? ¿Quién le pone el cencerro al miura?
¿Qué candidato se compromete a eliminar las pensiones de
lujo de cientos, miles de profesionales que siguen ejerciendo sus
profesiones? ¿Quién se compromete a
darle de baja a los miles de funcionarios incompetentes que plagan la
Administración Pública? ¿Quién se
compromete a hacer que los patronos morosos le paguen a la Caja los cientos de
miles de millones que le deben? So pena
de cárcel o incautación de sus empresas.
¿Quién de ellos tiene un plan realista para enfrentar la corrupción
generalizada que impera en el gobierno y en sus relaciones con las empresas
privadas proveedoras de “servicios” variados?
¿Quién de ellos se compromete en la creación de un Nuevo Código Penal
que realmente atemorice a los delincuentes?
Casi todos estos candidatos son tímidos y no se atreven a comprometerse
en la toma de decisiones que impliquen el peligro de perder votos; así que todo
lo reducen a un juego de sombras, a promesas difusas que nada dicen ni los
compromete. Al fin y al cabo, la gente
aguanta y, una vez montados, qué importa lo demás.
Esta mascarada electoral no es más que una gran burla en
donde el pueblo tiene todas las de perder, y unos pocos, todas las de ganar. Pero el problema real NO son las elecciones ni la calidad de los candidatos sino la
naturaleza del sistema y cómo se maneja, pues de nada sirve lo que alguno de
ellos pueda discurrir en beneficio del pueblo: están atados de pies y manos
mediante mecanismos sutiles, casi invisibles pero poderosos. Ningún candidato (del partido que sea) puede
salirse del guacal. Nadie escapa del
diseño básico de gobierno que ha sido creado a la medida de los intereses de la
oligarquía. El presidente que se opone a
él, es triturado por esa maquinaria de poder despiadado. Que lo diga la Muchacha. Es por ese conocimiento de la realidad, que
todos los candidatos son casi iguales, tienen el mismo discurso y prometen las
mismas tonterías que todos sabemos son imposibles de realizar dentro del
sistema político que nos gobierna. Es
por eso que todos los discursos son iguales, lo mismo que las promesas. Son tan aburridores como las noticias de La Gaceta.
Electorerescamente RIS Correo: rhizaguirre@gmail.com
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