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“LA CHISPA”
Lema:
“En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
NO EXISTE LA “RAZA JUDÍA”… EL JUDAÍSMO ES SOLO UNA
IDEA
Mucha gente piensa que los judíos
son un grupo humano que Dios hizo directamente y los puso en el Jardín del Edén, y
que eran Adán y Eva. Y que de allí se
derivó la “raza judía”, según lo
narra la Torá. Y que las otras etnias
bastardas solo fueron fabricadas para que el Pueblo Elegido tuviera a quién
explotar mediante la usura. Esa es la
síntesis que el creyente occidental judaizado hace de los cuentos de la Biblia.
Algo así como el de Caperucita Roja. Pero NO
EXISTE TAL COSA, como se dijo en la “Chispa”
anterior. En esa área conocida como el
Próximo Oriente solo hay un grupo étnico que todos conocemos y podemos
reconocer con cierta facilidad: el tronco ario-semítico, o sea, los ÁRABES.
No hay otra cosa. Hacia el sur,
los negros africanos, hacia el este, los persas (otro tronco racial diferente);
hacia occidente, el grupo ario-europeo con todas sus variantes. No existe
raza judía. Los miembros de esa
etnia son árabes, aunque no les guste a los judíos. Y su prototipo racial es idéntico al de todos
sus paisanos agarenos. Otra cosa son los
europeos judaizados o judíos (árabes) europeizados.
Como esos invasores árabes llegaron a Europa haciéndose llamar judíos (por
la tribu de Judá, y no por ser una raza), se les empezó a conocer con ese nombre. Pero con el correr del tiempo y
la aceptación del cristianismo en Europa, este calificativo empezó a adquirir
una especie de perfil racial que señalaba brutalmente a los ejecutores de Cristo, según el fanatismo de la época. Además, los calificaba peyorativamente por sus
actividades de usureros. Judío se convirtió en sinónimo de criminales y agiotistas, y empezó a
significar algo diferente a la especie humana: los individuos culpables de haber asesinado “al hijo de Dios”. Y esto creó un círculo de aislamiento,
menosprecio y odio hacia ellos, el cual estaba en proporción directa con el
fanatismo e ignorancia de los europeos.
Tal situación, lejos de desanimar a los “judíos” hizo que estos se
galvanizaran ante el repudio general de sus anfitriones, y que tomaran medidas
radicales no solo para neutralizar ese odio, sino para pasar inadvertidos entre
ese mundo de blancos. Había que borrar
el aspecto físico delator, y allí empezó la “aclimatación racial” de estos
árabes morenos cuya perseverancia habría de llevarlos a convertirse en
“europeos”. Mediante los cruces raciales
con los nativos, comenzaron a diluirse entre estos, hasta el punto en que
llegaron a confundirse étnicamente con ellos.
Y ese pudo ser el final de todo, como el de tantas otras etnias que han
sido absorbidas por grupos mayoritarios; pero los judíos tenían UNA IDEA, la cual hizo la
diferencia. Asimilarse no era el
objetivo final, sino una maniobra necesaria para la pervivencia y la libertad
de acción en un mundo que, hasta ese momento, estaba restringido a todo aquel
que no fuera blanco.
Esos árabes primitivos desaparecieron biológicamente dentro de
la comunidad europea. Esos individuos blancos, rubios y de ojos azules llamados
Rosemberg, Daremblum, Einsestein, Rosen, Horowitz, Silverstein, Saperstein,
Klein o Eisen, Weisz, Goldberg son europeos con ideas judías. Porque eso es el judaísmo: UNA PODEROSA IDEA.
Si vemos cómo son los judíos
auténticos del oriente, no es posible entender a los judíos europeos y norteamericanos. Los llamados mizrajíes o mizraim son idénticos a todos los árabes del entorno, y solo
difieren en la religión. Todos los judíos sirios, turcos, iraquíes, egipcios,
jordanos, saudíes e iraníes son morenos e iguales a sus anfitriones. Entonces, ¿cómo definir a esos judíos
centroeuropeos rubios y de ojos azules como Michael Douglas y su padre
Kirk? ¿O como Gwynet Paltrow, Alicia
Silverstone o Paul Newman? ¿Cómo digerir
a los ashkenazi, que constituyen
entre el ochenta y noventa por ciento de toda la población judía mundial? ¿Cómo se “blanquearon” en ese parpadeo de
tiempo en términos evolutivos? Para comprender
a esos judíos europeos habría que decir que todos descienden del rubio
Esaú, fantasía por demás absurda.
¿Entonces? El color de los ojos,
piel y cabello no “se pega” por ósmosis.
Así que tampoco pueden argumentar eso que ha sido la interpretación
“callada” acerca de esa raza judía blanca que apareció a partir de los prietos
o negroides árabe-judíos que emigraron
de Palestina en tiempos posteriores a Cristo. No hay manera de explicar a los judíos
europeos como una “raza pura”
descendiente de Abraham. Tal argumento
no resiste el menor análisis formal.
No es creíble que esos morenos
árabes prestamistas que llegaron a Francia se convirtieran en los Rothschild en cuestión de mil años solo
por contacto social con los franceses.
Es seguro que la “aclimatación racial” se dio de la manera que hemos
indicado, y esos millones de judíos ashkenazi
que forman la población mayoritaria judía, son biológicamente tan alemanes,
rusos, franceses o ucranianos como esos europeos a los que tanto odian. Todos esos judíos son el producto de miles de
cruces entre mujeres judías y los nativos europeos. Y los
judíos lo saben muy bien. De ahí la
abismal diferencia entre esos soldados judíos que, en Palestina; parecen tan
extraños y extranjeros como los gringos blancos en Irak ¿La
razón? Que son tan europeos como los
yanquis, pero con la diferencia que conservan la idea del judaísmo.
Son estos “judíos reciclados”, con
apellidos alemanes o rusos los que invadieron América y se han apropiado de la
maquinaria económica de ese país, convirtiendo a los norteamericanos en sus
sirvientes; en el robot que ejecuta las órdenes de los ashkenazi que parecen gringos, aunque sean alemanes de segunda.
Ser judío es una idea, no un color
de piel determinado. Si no, veamos a
Sammy David Jr., un judío negro. En
resumen, NO EXISTE LA
RAZA JUDÍA, sino una aglomeración de
individuos con un conjunto de ideas que los convierten en una amalgama poderosa
que puede lidiar contra todo el mundo y salir airosa. Lo han demostrado hasta este momento. Y bajo el anestésico de la religión, han
doblegado a todos los grandes poderes de la modernidad, incluyendo a los
Estados Unidos de América. ¡Qué grande y
admirable salto desde Palestina!
Racialescamente
Entrada
al blog “LA CHISPA” http://lachispa2010.blogspot.com/
Esos judíos que actualmente habitan Israel regresaron del extranjero pero ya iban mezclados, de manera que es mas judío un árabe que estos que se creen pero no lo son descendientes de Abraham!
ResponderEliminarEn primer lugar los árabes pertenecen a la raza blanca o caucásica, según la clasificación de Vallois. No son oscuros ni prietos, los hay blancos de ojos azule o verdes y los hay trigueños, son narigones y velludos.En segundo lugar, el 90% de los que hoy conocemos como "judíos" son ashkenazis descendientes de jázaros CONVERSOS al judaísmo, no descienden de hebreos ni son semitas y son usureros como sus antepasados jázaros. Leer "La decimotercera tribu" Arthur Koestler.
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